Atreverse a romper paradigmas, dar una segunda vuelta y no temer miedo a realizar las cosas de otra forma, son algunas de los aprendizajes que la docente Kissy Delgado ha experimentado, al innovar.
Tres fueron los docentes del Instituto Obispo Silva Lezaeta, que participaron de un proyecto de mentorias de innovación en educación, dictado por la Universidad Católica del Norte este año. Entre ellos Kissy Delgado, profesora de Lenguaje quien comparte la experiencia de lo aprendido.
La docente, aclara que la innovación no es necesariamente tecnológica, “puede darse de otras formas”. Realizada la aclaración, Kissy relata, que a ella siempre le ha interesado la innovación, “siento que la creatividad es mi fuerte, evaluar de maneras diversas motiva a los alumnos e incentiva su propia creatividad, que es una herramienta que les servirá en la vida, en distintos ámbitos”.
Pero para iniciar este proceso es imprescindible “salir de la zona de confort y romper paradigmas, atreverse a hacer las cosas de una forma distinta, dejar atrás el miedo al fracaso, a veces los proyectos resultan y otras no, pero no hay que bajar los brazos”, dice la profesional.
La profesora de lenguaje, que el cambio es una constantemente, en el ámbito de la educación, “los alumnos de hoy no son como los de ayer, por lo tanto, no podemos seguir haciendo las cosas de la misma forma siempre, aunque sea más cómodo y lleve menos trabajo, tarde o temprano dejará de dar frutos”.
Considerando que cada vez los estudiantes de los cuartos años de enseñanza media respondían cada vez menos los cuestionarios, esta profesora de lenguaje decidió cambiar la modalidad cuestionario.
“Dividí a los cursos en grupos de 4 o 5 alumnos, y les pedí que explicaran el pensamiento de algunos de los grandes filósofos clásicos. Uno de los integrantes debía representar al filósofo y el resto debía apoyar su pensamiento o contradecirlo, generando con esto un debate”, explica Kissy Delgado.
La innovación, se produjo en que trabajo no sería un debate cualquiera. Los grupos debían grabar el resultado del trabajo en un video, cuyo formato sería una obra de teatro, que además debería durar entre 5 y 10 minutos. “El resultado fue maravilloso, si bien es una tarea que conlleva trabajo y tiempo”, refiere la profesional, agregando que los estudiantes disfrutaron mucho la dinámica de este proceso.
Kissy, sus colegas y directivos quedaron sorprendidos, con los resultados. “El objetivo se cumplió a cabalidad, surgieron distintas ideas, desde los que representaron como si estuvieran en la antigüedad de una forma clásica, hasta una adaptación de Barbie Platón o la visita al psicólogo con Aristóteles”.
La profesora decidió correr el riesgo, ”no sabía si los chicos iban a enganchar” con la idea, si exponer los videos podía ser mal visto, pero decidí seguir lo aprendido en las mentorias, romper con las estructuras y arriesgarme”.
En el actual contexto la educación y los docentes, han tenido que innovar, “los profesores hemos tenido que aprender mucho en poco tiempo, hay muchas cosas que se hacían de una forma, que hoy no podemos realizar.
Finalmente, Kissy Delgado Campos, tras participar de varios webinar en el contexto de la innovación en los aprendizajes en los últimos meses, y el mensaje es claro, todas enfatizan que “no podemos resistirnos a los cambios, menos con lo que está pasando mundialmente. Hay dos caminos, victimizarse y quedarse esperando una respuesta desde las autoridades o bien, tomar el nuevo escenario como una oportunidad de innovación constante, un trampolín de aprendizaje”. “Optó por la segunda, todo el sistema es nuevo, tendré que buscar nuevas formas de enseñar y de evaluar para poder generar aprendizaje real y significativo en mis estudiantes. En ese camino tengo claro que no siempre las cosas saldrán bien, pero creo firmemente que es mejor arriesgarse que estancarse”.