Obispo Óscar Blanco manifestó que hay que recuperar la esencia misionera de la Iglesia.
Esta semana se iniciaron en los poblados de Peine y Socaire, ubicados al interior de la Provincia El Loa, las jornadas misioneras consideradas para época estival en la Diócesis San Juan Bautista a cargo de un equipo de jóvenes, profesores de religión y religiosas.
El Obispo Óscar Blanco, realizó el envío de los misioneros en la misa de este domingo. Al enviarlos a esta misión expresó que esta es una respuesta que surge del bautismo, ser discípulos y misioneros para ir al encuentro de nuestras comunidades. “Espero que más jóvenes y adultos se puedan sumar. Creo que la misión es una tarea que nos puede salvar. Tenemos que recuperar la esencia misionera de la Iglesia.
Acudiendo a la invitación realizada, por monseñor, los docentes del Lezaeta, Fernando Jure y Eugenio Galvez, han visitado enfermos, adultos mayores. Además, de acompañar al obispo en la bendición de locales, animales, casas; compartiendo con los niños de la localidad. “Experiencia que ha sido de un enriquecimiento personal y espiritual muy importante, para quienes estamos participando”, dijo el profesor encargado de convivencia escolar Fernando Jure.
Peine
En el caso del poblado de Peine, por tercer año consecutivo el equipo de misiones se despliega en dicha localidad, acompañando y asistiendo espiritualmente a niños, jóvenes y adultos propios del lugar como asimismo a trabajadores temporales que se desempeñan en la minería no metálica del Salar en la extracción de litio.
Este año junto con la formación espiritual, se realizará un taller de prevención de alcohol y drogas, herramienta muy significativa para jóvenes que en sus comunidades del interior tienen pocas instancias de desarrollo personal por lo que se hace fundamental abordar también estas problemáticas sociales.
Socaire
Por otra parte, un segundo equipo de misiones se organizó este año para acompañar a la comunidad de Socaire, pueblo ubicado en la comuna de San Pedro de Atacama, que está encabezado por el Obispo Óscar Blanco y que conforman profesores del Instituto Obispo Silva Lezaeta, del colegio Juan Pablo II y las religiosas de la Congregación Misioneras Siervas del Divino Espíritu.
